martes, 8 de abril de 2008

PRESENTACIÓN

“Quiero saber muchas cosas.... quiero saber por qué una estrella cae y un pájaro no... a dónde va el sol por las noches... por qué cambia la luna... quiero saber de dónde viene el viento...”. Palabras de Espartaco de la película del mismo nombre de Stanley Kubrik, inspirada en sucesos del siglo I a.C.

“Lo más incomprensible del mundo es que el mundo sea comprensibl.e” Einstein.

“Llegará una época en la que una investigación diligente y prolongada sacará a la luz cosas que hoy están ocultas. La vida de una sola persona, aunque estuviera dedicada toda ella al cielo, sería insuficiente para investigar una materia tan vasta..... Por lo tanto este conocimiento solo se podrá desarrollar a lo largo de sucesivas edades. Llegará una época en la que nuestros descendientes se asombrarán de que ignoráramos cosas que para ellos son tan claras.... Muchos son los descubrimientos reservados para las épocas futuras, cuando se haya borrado el recuerdo de nosotros. Nuestro universo sería una cosa muy limitada si no ofreciera a cada época algo que investigar... La naturaleza no revela sus misterios de una vez para siempre.”
Séneca, Cuestiones Naturales, libro 7, siglo I.


Permítanme que me apropie de las palabras anteriores para ilustrar la pretensión que en mi opinión debe inspirar cualquier herramienta educativa.
Porque eso es en definitiva este nuevo Planetario, una novedosa herramienta puesta a disposición de toda la comunidad educativa y de la sociedad en general.

Si no conoce otros planetarios, éste le sorprenderá. Si los conoce, éste le sorprenderá….todavía más.

La llamo La Nave Tierra por hacer una pequeña metáfora acorde con los tiempos que corren, con esta generación que se ha lanzado al espacio exterior en el último medio siglo, convirtiéndolo en la nueva frontera, la frontera de lo enormemente grande. Ese extraordinario y sorprendente espacio, junto con el descubrimiento de lo enormemente pequeño (la más íntima y escondida forma de la materia y nuestros propios genes), están llevando a la humanidad a cotas de conocimiento que confirman con creces las palabras de Séneca.

Su fundamento es sencillo, un concepto ya utilizado, la simulación de cielo completo para explicar conceptos astronómicos visualizados de manera perfecta.
Existen desde hace décadas grandes planetarios, con grandes y costosos equipamientos ópticos. Desde hace no tantos años aquí en Andalucía también. Pero son pocos y suelen estar alejados. Y también existen hace años pequeños planetarios portátiles con equipamientos mucho menos espectaculares y prestaciones más limitadas para niveles educativos básicamente infantiles.

En La Nave Tierra se conjugan las ventajas de estos dos elementos. Una movilidad que permite transportarlo e instalar su domo de 6 metros de diámetro y 3,80 de alto en cualquier centro educativo o cultural en aproximadamente media hora. Y su tecnología digital en la generación y proyección de imágenes que le permite adaptarse a muy altos niveles de contenido y espectáculo visual, para satisfacer las exigencias de todas las edades y niveles educativos.

El resultado es una experiencia que une la enseñanza con el disfrute y que potencia y estimula enormemente la curiosidad y el interés, en una materia tan interdisciplinar como es la astronomía, entendida en su sentido más amplio: matemáticas, geometría, física, química, biología, geografía, lenguas antiguas y modernas, historia, mitología, óptica, astronáutica, filosofía, cosmología,…

Las sesiones no son pregrabadas sino que un profesor especializado las dirige adaptándose a las necesidades y posibilidades de comprensión de cada grupo de asistentes. Tanto el lenguaje como los contenidos se ajustan a la edad y conocimientos de los participantes, que además pueden comunicarse con el “piloto”, preguntar e interactuar.


El concepto básico es el de viaje. Viaje en el espacio y en el tiempo desde nuestro propio planeta a otros puntos del sistema solar y de cielo profundo, haciendo especial mención al cielo visible en el momento de realizar la sesión.

La duración de las sesiones es de 45 minutos para los más pequeños hasta una hora los mayores.

Podemos acercarnos un poco más a los contenidos según el siguiente esquema:
-- Infantil (3 a 5 años) Las estrellas en el cielo, ¿en qué país viven las estrellas?, ¿cómo se mueven?. Animales ,reyes, princesas,… el cielo de los cuentos. La Luna y el Sol, nuestros amigos, y sus amigos los planetas jugando al corro.
-- Primaria (6 a 11 años) Los contenidos anteriores se relatan con un lenguaje progresivamente más “real” y se introducen contenidos más específicos sobre movimientos, orientación, estaciones, eclipses y sistema solar.
-- Secundaria (12 a 15 años) Añadimos a lo anterior contenidos matemáticos y físico-químicos más complejos como coordenadas, grados, esferas, órbitas, composición de planetas,…
-- Bachillerato (16,17 años) Los contenidos se amplían incluso hasta objetos de cielo profundo, nebulosas , galaxias, cúmulos,…; y conceptos como física nuclear, evolución estelar, cosmología básica,…
-- Para universitarios, adultos y público en general los contenidos anteriores pueden adaptarse incluso para necesidades más específicas.
-- En todos los niveles y obviamente según la capacidad de entendimiento hacemos referencia a la observación en cielo real, la orientación para buscar directamente en él y la comprensión de los movimientos de los objetos visibles, haciendo especial referencia a la situación en los días y semanas posteriores a la sesión, y los acontecimientos destacables en el futuro.

Y con la posibilidad de completar la experiencia con observaciones directas del cielo, con punteros láser, telescopios de alta gama, etc., recuperando el viejo placer de observar el cielo y el viejo y hoy más que nunca nuevo, universal y necesario placer del conocimiento.

Para concretar condiciones (horarios, fechas, necesidad de espacio, precios….), puede contactar con ANTONIO BECERRA en el teléfono 605 84 14 80 y en antoniobecerra1@yahoo.es

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